Escribir una novela implica tomar muchas decisiones: ¿Qué tiempo verbal utilizo? ¿qué narrador es mejor para mi historia? ¿desde qué punto de vista narro cada escena?
Para definir el punto de vista tienes que tener claro qué narrador vas a utilizar, el narrador lleva implícito uno o varios puntos de vista que tienes que respetar durante la escritura.
Qué es el punto de vista
El punto de vista es el filtro que se aplica a la interpretación de los hechos. Es un modo concreto de mirar la vida, definido por las creencias y los conocimientos de quien mira. En el caso de la literatura, el punto de vista afectará al modo de transmitir la historia. El punto de vista es perspectiva y cambia la historia que cuentas.
Puedes usar el punto de vista como técnica narrativa
El punto de vista afecta mucho a la historia que contamos.
Elegir un narrador parece algo sencillo pero para mí, que creo que las historias no solo son lo que cuentan sino cómo te las cuentan, la elección del narrador, el punto de vista y la distancia narrativa son algo crítico.
El elemento narrador (con su punto de vista y su distancia narrativa) marcará lo que le puedes contar al lector, lo que no le puedes contar y la forma en la que se lo explicas. Una historia aparentemente sencilla puede dar mucho juego si se usan varios narradores o distintos puntos de vista. En muchos casos, la diversión o la reflexión que te aporta la lectura es precisamente ver los mismos hechos desde distintos puntos de vista.
En gran parte me encanta planificar las novelas que escribo precisamente para poder analizar todos los pulsos dramáticos de la historia que voy a contar y ver desde qué ángulo y con qué distancia podría explicarlos y cómo afectaría al resto de información hacerlo así.
Cuando divido mis pulsos dramáticos en escenas ya tengo bastante claras las diferentes opciones de puntos de vista, por lo que puedo diseñar las escenas para que cada una tenga el punto de vista que me interesa y divido en más o menos escenas.
El punto de vista es lo que te permite explicar la historia desde diferentes personajes sin necesidad de cambiar de narrador. Algo que siempre debes tener en cuenta es la distancia narrativa.
Qué es la distancia narrativa
El nivel de conocimiento que tiene el narrador sobre lo que está contando. Lo cerca que está de los personajes que intervienen en la historia. Cuanto más cerca está, más conocimiento tiene de lo concreto, pero pierde la vista panorámica.
La distancia narrativa es una fiesta
Imagina que tienes que enviar unas imágenes a tiempo real de una fiesta. Le has prometido a tu amiga, que se ha quedado en casa, que lo harías.
Estás en la pista de baile. Sacas tu móvil y empiezas a grabar, preguntas a una y a otros qué les parece la fiesta. Puedes oír fragmentos de conversaciones.
Pero no sabes qué pasa al otro lado de la fiesta y no puedes captarlo con tu móvil (te has dejado el palo de selfie en casa).
Ahora subes por las escaleras y tomas una imagen panorámica. La cámara capta que la sala está totalmente llena, te fijas en unos cuantos grupos de gente, ríen, pero no alcanzas a oír lo que dicen. Tampoco puedes interactuar con ellos.
Algo así es la distancia narrativa.
La distancia narrativa es la que permite o impide conocer lo que piensan los personajes
Es lo cerca o lo lejos que está el narrador de los personajes. Ciertos narradores tienen la habilidad de sobrevolar las escenas como si fueran un dron y leer la mente del personaje que quieran. Otros solo pueden contar la escena desde el punto de vista de un personaje y para ver una vista panorámica tienen que sacar al personaje de la fiesta y hacerle subir esas escaleras.
Si narra en primera persona, su distancia narrativa hacia el personaje protagonista será nula, estará dentro de su cabeza y podrá explicar lo que piensa. Sin embargo, no podrá saber lo que piensan el resto de personajes, con quien tiene una distancia narrativa mucho mayor. Todo lo que sepamos del resto de personajes estará condicionado por el punto de vista del narrador.
La distancia narrativa y el narrador
A menudo, la distancia narrativa está implícita en el narrador. Si narramos en primera persona está claro (bueno, lamentablemente no tanto) que no podemos meternos en la mente de nadie más que del protagonista, cuando habla con el yo.
En cuanto un narrador en primera persona toca el tú, él, ella (o cualquier otro que no sea yo) la distancia narrativa aumenta y entra en juego su punto de vista, lo que le llegue al lector será lo que ese personaje, vea, crea, perciba, deduzca…
Esto no ocurre con los narradores en tercera persona, que pueden ser omniscientes, omniscientes limitados, observadores o incluso testigos. Cada tipo de narrador tiene una distancia narrativa distinta. Los hay que tienen su propio punto de vista y los hay que toman el del personaje al que acompañan.
El dron y la distancia narrativa
Me gusta imaginar el punto de vista y la distancia narrativa como una especie de cámara onboard que sigue a los personajes.
En algunos casos, se trata de un dron que sobrevuela sobre todos ellos y nos cuenta sólo lo que ve, filtrado o no por su interpretación particular o su punto de vista.
A veces, el dron tiene la particularidad de saber qué piensan todos los personajes y de hacer un zoom donde quiera.
También puede ser como una cámara que se posa en el hombro de un personaje y ve lo que hace pero no lo que piensa. Mientras que en otra se mete dentro de la cabeza del personaje, pierde la vista panorámica, pero accede a sus pensamientos y opiniones o valoraciones sobre el resto de personajes.
Mi recomendación es no usar un dron que entre y salga de varios personajes por escena, parece más complicado pero da mucho más juego elegir a un solo personaje y quedarnos con él durante toda la escena. Ganarás matices, podrás crear pequeños conflictos o jugar con la información que le das al lector.
La semana que viene seguiré con este tema y clasificaré a los narradores en función de su punto de vista y distancia narrativa.